La mano izquierda se encarga de numerosas tareas mientras tocas la guitarra, y el repertorio clásico en particular hace unas demandas muy grandes de estas. Por esta razón es importante establecer una posición correcta para tu mano izquierda desde el comienzo de tu desarrollo. Si estableces una fundación sólida desde el principio  estarás en la mejor posición para ir mejorando y desarrollándote rápidamente.

 

Muchas de las piezas escritas para la guitarra clásica requieren mucho de la independencia en los dedos. Por ejemplo, tu dedo índice podría estar presionando  una nota mientras que tu dedo medio y el anular tocan una escala pequeña. Como los dedos necesitan hacer tantos movimientos, necesitamos estar muy seguros que nuestra posición de la mano nos permita que esos movimientos sucedan con la mayor facilidad posible.

 

Si tomaras la guitarra en tu falda, con el cuello de la guitarra paralelo al piso, entonces la muñeca tendría que tener un ángulo para poder que tus dedos puedan tocar todos los trastes. Este ángulo podría funcionar por un rato pero muy pronto encontrarás que la muñeca izquierda se comenzará a cansar. Encorvar o curvear la muñeca significa que el sistema de poleas de tus músculos y tendones de tu mano se dañarán con el tiempo, muy similar a cuando una cuerda de escaladores se va desgastando por la fricción de chocar con algún borde del monte.

 

Así que, para mantener tu muñeca de la forma más ergonómica, podemos subir el cuello de la guitarra en un ángulo que nos permita el tener más acceso al diapasón sin esforzar nuestra muñeca. El ángulo del cuello va a diferir de guitarrista a guitarrista dependiendo de su altura, el tipo de silla y el soporte de la guitarra que use. En general, el cabezal de la guitarra estará al mismo nivel de los ojos del guitarrista. Para más información sobre esto revise la posición para sentarse.

 

Para establecer tu posición predeterminada para tu mano izquierda, relaja tus brazos y  tus manos completamente, déjalas descansar hacia el piso. Entonces conduce tus brazos hacia el cuello de la guitarra, moviéndote desde el codo, y deja que los dedos se fijen suavemente en las cuerdas de alrededor de los primeros trastes. Desde esta colocación relajada, curvea tus dedos para que 1, 2, 3 y 4 ocupen los compases 1 al 4 respectivamente en la cuerda 3ra. El pulgar quedará en el medio del cuello, que es donde aproximadamente tus dedos estarán colocados en la tercera cuerda.

 

Reglas de oro para el pulgar…

 

La tendencia más común para los principiantes es el dejar el pulgar salga sobre la parte superior del diapasón y se agarre como si fueras a colgar algo desde allí por un buen tiempo. Esto es muy posición muy común para guitarristas que tocan otros estilos de música, o que quizás toquen guitarras con un cuello más delgado. ¡En las guitarras eléctricas, el cuello puede ser tan delgado que los guitarristas puede presionar las notas de las cuerdas bajos con su pulgar! En la guitarra clásica nosotros siempre aspiraremos a permitirle a los dedos la mayor accesibilidad al diapasón con la menor cantidad de tensión. Al agarrar el diapasón con el pulgar nosotros limitamos el alcance de los dedos y también le permitiremos que las cuerdas primas timbren claramente por que la piel de los dedos podría tocar las cuerdas, lo que ayuda a que las notas pueda sonar claramente.

 

Así que, para tener los dedos moviéndose libremente en el diapasón, el pulgar deberá estar alrededor del centro del cuello. De esta forma se podrá mover con mucha facilidad y, aun cuando en el comienzo de tus estudios sientas la necesidad de apretar con el pulgar para conseguir que las notas suenen claramente, con el tiempo aprenderás a utilizar el pulgar más como un dedo guía para tus traslados y para estabilizar las manos. El apretar el pulgar en el diapasón hará que tus manos se cansen. Por esto hay que buscar el desarrollar un sentido más refinado del peso y la presión en la mano izquierda, que es lo que conseguirás según vayas practicando.